Nada es para siempre

Nada es para siempre

19 de mayo de 2011

Siento que le quiero

Si, lo siento. Siento ese cosquilleo en mi tripa, esa sensación que te hace estar feliz cada minuto del día. Es él, viene hacia mí con una de sus sonrisas más bonitas y yo, intento no sonreír y hacerme la dura, pero no puedo. Y aparece en mi boca una sonrisa tímida. Se me pasa por mi cabeza cada uno de nuestros momentos más bonitos. Llega, me abraza, me acaricia los brazos y me susurra al oído que me quiere. Me doy la vuelta y lo abrazo, teniendo la sensación de poder tenerlo entre mis brazos para siempre. Me mira, y poco a poco nuestros labios se acercan. Puedo sentir su última bocanada de aliento antes de que nos fundamos en una sola persona.
Lo reconozco, le quiero. Es una de esas personas con la que te gustaría pasar el resto de tu vida, con la que te sientes orgullosa de cada momento que vives a su lado. Una de esas personas que las quieres por encima de todas las cosas, que no la cambiarias por nada del mundo, de las que te la imaginas contigo en una isla desierta y no te pones nerviosa, sino todo lo contrario. Desearías estar con él las 24h. Del día. Hoy, y día a día, me siento feliz gracias a él, te quiero.

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